Desde su retrato Luís Rosales me está mirando
Suyas son estas palabras:
“La felicidad no es más que una palabra: no te molestes
en buscarla. Hay muchas cosas en el mundo. Yo hago balance vital a fin de año
para tener el sueño al día y volver a encontrarme en situación de
disponibilidad. El inventario empieza siendo una inspección de alcantarillas, y
para realizar esta inspección hay una regla universal: Vigila tu alegría y lo
demás se te dará por añadidura. Vigila tu alegría, pero no vayas en su busca.
No es necesario. Cuando el impulso vital va aminorándose con los años es
preciso aprender a vivir. Los años vuelven con las hojas y hacerse hombre es un
trabajo cotidiano, sencillo y casi manual que, al fin y al cabo, se reduce a
golpear en las paredes del corazón para saber dónde está la oquedad”.
(Luis Rosales. El contenido del corazón).
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